lunes, 12 de septiembre de 2011

Los que hemos amado, de Willy Uribe

Vaya por delante que conozco al autor y he vivido en el mismo contexto que cuenta. Vaya por delante que creo que es una de las principales voces narrativas actuales, como bien demostró en la exagerada novela Cuadrante Planas donde me vi pérdido en los desiertos de Bolaño. Vaya por delante que pienso que Tusquets ha cometido una de sus mayores torpezas editoriales al no seguir apostando por él.
"Olas, hachis y vitamina C, no existe mejor combinación". Esos son lo ingredientes de una historia de juventud e intriga en la que dos amigos de un Bilbao decadente de principios de los ochenta juegan a evadirse. Y el autor lo hace de forma notable creando dos personajes antagónicos, pero complementarios, y una trama veloz donde los hechos y el engaño van metiendo al lector en un agujero de difícil salida. 
Como afirma su contraportada, dos chicos viajan al sur de Marruecos buscando librarse del tedio a base de olas y hachís. Eder es de buena familia, rico, y tiene un carácter dominante. Sergio, quién no tiene padre y es abandonado por su madre, es pobre, sumiso y bastante ingenuo, aunque más valiente para surfear que su amigo. Poco antes de que salgan de viaje una chica se lanza al mar desde lo alto de un acantilado.
Ese es el punto de partida de una historia contundente de ida y vuelta, de relaciones humanas primerizas, en donde la verdad y la mentira se confunden con facilidad y en donde el ritmo del viaje se impone dejando al descubierto las miserias de sus personajes. 
Y todo ello en un ambiente de ambigüedad que todo buen novelista sabe dotar a su obra. A eso hay que sumarle un lenguje claro y un estilo preciso donde la eficacia narrativa tiene categoría superior.
En definitiva, una novela que apuntala la evolución de Uribe y le pone en las primeras filas de la actual narrativa hispana.

Los que hemos amado
Willy Uribe
Editorial Los libros del lince
Págs. 225

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