miércoles, 31 de agosto de 2011

Los Ingrávidos, de Valeria Luiselli

"Una novela horizontal, contada verticalmente". Esa es la premisa que la joven autora mexicana Valeria Luiselli nos indica para entender su novela. Pero no lo hace al principio, según comenzamos el libro, sino que lo menciona a través de su protagonista cuando nos intuye despistados y quiere reorientarnos para que no nos perdamos en su intrincado mundo de espacios y personas. Y añade en otra parte "se debe seguir la historia como se sigue la línea del culito de un niño ecuatoriano que después fue detective en Harlem". Porque "todo empezó en otra ciudad y en otra vida, anterior a ésta de ahora pero posterior a aquélla". Y la autora sabe que el éxito de las novelas "se sustenta en un rumor que se reproduce hasta convertirse en una afinidad".
¿Alguien necesita más ejemplos para ver que nos encontramos ante aire fresco de la narrativa actual tan saturada de lugares comunes y de viejos carcamales? 
Pero les aseguro que hay mucho más. Luiselli consigue introducirnos en un espacio físico y temporal movible donde los fantasmas existen y donde nuestros convencionalismos –amor, amistad, sexo, arte, creación– son puestos en entredicho. Y lo hace narrando en distintos planos de manera juguetona. Como su protagonista femenina a la que le gusta dormir en todas las camas menos en la suya, o con ese "españolito bien comido, sobreprotegido que se quejaba virtuosamente de su vida bohemia en la urbe" llamado Lorca. 
Dos voces componen esta novela, como dice su contraportada. La narradora, una mujer del México contemporáneo que relata sus años de juventud como editora en Nueva York,
El narrador, un Owen al borde de la muerte que recuerda su juventud durante el renacimiento de Harlem a finales de los años veinte, donde participaba de la vida literaria neoyorquina, al lado de escritores como Zukofsky o García Lorca. Ambos narradores se buscan en el espacio insondable del metro, donde viajan en sus respectivos pasados mientras cuentan pinceladas de sus vidas.
Una buena novela –aunque algo excesiva en la parte final– que no deja indiferente, en donde lo que menos importa son los fantasmas –y sus sucesivas vidas y muertes– y donde lo que cuenta es la mirada incisiva de la narradora, su dominio estilístico y su prometedora carrera.

Los ingrávidos
Valeria Luiselli
Editorial Sexto Piso
Edición 2011
Págs. 143

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