martes, 31 de mayo de 2011

Diario de un escrito (6)

Los problemas literarios han comenzado hace tiempo, casi desde que comencé el folletín de marras. Ahora comienzan los extraliterarios. Me explico. Presentar a los personajes principales puede tener su gracia, pero algunos lectores se están poniendo impacientes. Quieren acción, quieren adivinar el asesino. Y me amenazan con dejar de leer si no pongo sobre la mesa a todos los sospechosos cuanto antes. A mí me parecería bien si supiese quién lo mató o, al menos, confiase en Malpartida, pero no es así. 
Por otra parte, Malpartida está teniendo un comportamiento machista que me está enemistando con todas la mujeres del mundo, incluida su hija. Hasta ahora lo defendía porque me daba un poco de pena, pero desde hace un par de semanas yo también me meto con él. Qué se joda, que se busque su propia abogado.
Para finalizar, mis lectores me acusan a mí, como autor, de no conocer la mentalidad femenina, cuando yo no tengo nada que ver con el asunto, lo puedo asegurar (aparte de no conocer a las mujeres, claro, pero como todos los hombres, ni más ni menos).

2 comentarios:

  1. Jajajajajaaj, me hiciste reír. Con calma se llega lejos, Gonzalo.No subestimemos a Malpartida. Que es un pobre hombre que no encuentra paz en su destrozada vida tanto familiar como personal, es cierto. Que no tiene la más mínima idea de cómo halagar, conseguir y mantener una mujer a su lado, también.Que es un investigador mediocre tratando de sobrevivir, usando los pocos recursos que tiene a su mano, ya lo sabemos, que es un resentido social, mal padre, mal amante y que deja mucho que desear como profesional, salta a la vista. Pero merece un voto de confianza. La zagacidad, la curiosidad pero sobretodo la perseverancia no siempre van de la mano con todos los anteriores atributos morales de los que carece nuestro amigo. Dejémos que el pobre diablo haga su trabajo. A algún lado lo llevará lo poco o mucho que viene haciendo, y con seguridad más de una sorpresa nos dará. Eso sí, déjame decirte, que la escena en que llora desconsoladamente sus desgracias, me conmovió hasta sentir tal lástima por el sujeto, que agradecí no conocerlo en persona ni ser su amiga, para no tener que bancarme todo su rollo patético. Sin ánimo de joda, bien escrita. Provocó una reacción en mí; al final de eso se trata, no?, de generar alguna emoción en el lector. Sigue escribiendo. Al menos yo prometo no amenazarte para que aparezcan pronto más sospechosos. Estoy siguiendo con mucho interés todo lo que acontece. Saludos.

    ResponderEliminar
  2. He creado un monstruo! Y a mí que me parecía que era el arquetipo de hombre actual. Me vas a obligar a matarlo en la última escena para que las lectoras se sientan satisfechas (y sigan leyendo mis libros) y yo no vaya a la carcel.
    Gracias por los elogios. Saludos

    ResponderEliminar