miércoles, 9 de febrero de 2011

El despiste de los editores*

La aparición de gigantes como Google, Apple o Amazon tiene en jaque a los editores españoles, que ven como su modelo de negocio tradicional se puede trastocar tras la aparición del ‘ebook’.
La cadena de valor del sector editorial, que se había mantenido inalterable en las últimas décadas, se ha visto sacudida por la irrupción de nuevos actores que quieren hacer negocio con el libro electrónico. Mientras tanto, “todo lo que se está haciendo en el sector es intentar mantener el mismo modelo de negocio y la cadena de valor que ahora existe, pero eso es inviable”, avisó el primer ejecutivo (CEO) de Direct Group Bertelsmann, Fernando Carro, durante la jornada Los retos del negocio editorial.
En el Observatorio en Cataluña, organizado por EXPANSIÓN, Carro puso sobre la mesa los distintos desenlaces que podría acarrear el éxito del ebook. Desde la venta directa del autor al lector –sin necesidad de contar con un editor–, hasta la comercialización a través de nuevos canales como Apple, Google o Amazon, que acabarían desplazando a los puntos de venta tradicionales.
La directora general de Editorial Salvat, Mónica Casetti, señaló como “perdedores claros” a los operadores logísticos, los impresores y las librerías. Algunas iniciativas del sector han sido calificadas de proteccionistas hacia los libreros, como la creación de la distribuidora digital Libranda. “Pretendía visibilizar que estábamos juntos y que si los libreros hacían su trabajo, podríamos ir juntos”, acuñó el director general de Grup 62, Xavier Mallafré.
La consejera delegada de Random House Mondadori, Núria Cabutí, fue más clara: “Libranda quiere dinamizar el mercado del libro electrónico en España y apoyar al desarrollo de los canales de venta actuales antes de la entrada de los grandes operadores”, señaló.
Nuevos actores
El director general de Círculo de Lectores, Joaquín Álvarez de Toledo, tildó de “inconveniente” la entrada de players como Telefónica, Apple o Google, empresas que son “capaces de mover una industria y establecer estándares”. Además, “son compañías capaces de asumir costes hundidos en el desarrollo de nuevos modelos de negocio”, valoró.

En el coloquio, en el que también participó KPMG, Álvarez de Toledo también puso sobre la mesa la necesidad de buscar nuevos formatos. “Debemos aprender de los videojuegos: se han adaptado a todos los retos de la digitalización con nuevos contenidos”, recordó. En este sentido, Daniel Fernández, propietario de la editorial Edhasa, apostó por que “el libro electrónico cuando incluya nuevos contenidos atractivos que hasta ahora el libro tradicional no podía incorporar”.
Jesús Badenes, director general de la división de librerías de Planeta, abogó por repensar el concepto ebook, que no debe entenderse como “la mera transcripción tecnológica de un contenido creado y pensado para otro soporte y otros clientes”. De prolongarse esta situación, “venderemos el mismo contenido a precios distintos y se quedarán con el más barato”, añadió.
A día de hoy, la cuota de mercado del libro electrónico es del 4%. Las previsiones de Bertelsmann apuntan a que el ebook supondrá la mitad del negocio en un futuro, aunque sólo el 20% de las transacciones se producirán a través de Internet. Que este proceso se produzca más tarde o más temprano dependerá de la evolución del modelo de negocio y la creación de contenidos más atractivos para este soporte. Se calcula que el parque de lectores electrónicos asciende a 150.000 unidades.
Barrera de entrada
Uno de los principales motivos que están frenando la entrada de estos gigantes tecnológicos en el negocio es la edición en lengua castellana, ya que los derechos de autor se negocian por idiomas. El factor idiomático como barrera de entrada fue una visión compartida por Carles de Gispert, director general de Grupo Océano, y Ernest Folch, presidente de la Associació d’Editors en Llengua Catalana y director general de Ara Llibres. “Si editaramos en inglés, ya estaríamos muertos”, admitió Badenes.

Otra de las barreras que detectó Folch para estos grandes operadores es el tipo de consumo que se realiza en España. “Estas compañías están acostumbradas a vender al mayor y no al menor”, recordó el directivo de Ara Llibres, quien también instó a los editores a mejorar la oferta de libros electrónicos. “Lo que genera piratería es la falta de oferta”, opinó.
La publicación de obras en soporte físico y digital de manera simultánea y la reducción de precios –lastrada ahora porque el IVA del ebook es del 18%, frente al 4% del papel– son dos de los temas que marcarán el futuro del sector.
Ante los mensajes pesimistas que lanzaron algunos de los partícipes en el encuentro, el director general de RBA Libros, Joaquim Palau, pidió acabar con la visión de que “el crecimiento de un soporte es la muerte anunciada del otro. Los dos tipos de libro son compatibles”, defendió.

El directivo del grupo de comunicación que preside Ricardo Rodrigo también puso sobre la mesa la necesidad de repensar la figura del editor: “En el futuro, el editor podría volver a ejercer las funciones del agente literario; son un elemento perfectamente prescindible”, apostilló.
Mallafré precisó los pasos que deben seguir las empresas para realzar su importancia dentro de la cadena de valor. “Debemos hacer trajes a medida: hay autores que querrán que les gestionemos el márketing y otros que definamos hasta el título, la portada y el tema de la novela”, consideró.
Canibalismo editorial
Durante su intervención, Fernando Carro asumió que los cambios que se implementen ahora para adaptarse a la nueva situación del sector requerirán de nuevas estructuras organizativas. En opinión del ejecutivo, “cualquier negocio que te canibalice tienes que crearlo fuera de lo que ya tienes”. Cabutí, de Random House Mondadori, también defendió este modelo como una “alternativa”, por la cantidad de decisiones que se deben tomar sobre el ebook.

* Artículo publicado en Expansión 

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