miércoles, 12 de octubre de 2011

Diario de un escrito (17) y Final

Diario de un escrito se despide de este blog tras acompañar durante nueve meses al folletín Asesinato en la ciudad del diseño. Ambos escritos tenían un carácter experimental y complementario. Por un lado, deseaba distraer mi tensión diaria con una novela por capítulos (semanales) con todos los componentes de la literatura basura (intriga, sexo, manipulación, etc.) que me divirtiera. Por otro, quería reflejar algunos apuntes al respecto. Ambos propósitos han sido cumplidos con poco rigor, como suele ocurrir. La novela ha chocado con la incompetencia del protagonista que no ha sabido llevar la investigación con buen ritmo y desentrañar los enigmas planteados con dignidad. Por ello, le he tenido que despedir, aunque mi primera tentación fue matarle en acción (una editora amiga me propuso romperle las piernas, sin más). En cuanto al Diario ha sido la constatación de una corrupción literaria desde el principio porque estaba obsesionado con agradar a la única lectora que me seguía y me hacía comentarios [y que por cierto me abandonó allá por el capítulo 30]. Además, en medio de la narración me di cuenta que ningún sello editorial iba a publicar a una persona tan machista como Malpartida en estos tiempos que corren donde todo es corrección [jóvenes comprometidos, mujeres que cosen, ancianos que sacrifican sus vidas cuidando nietos, etc] y quise cambiarle de personalidad sobre la marcha, creando un monstruo de investigador. 
En cualquier caso todo este esfuerzo ha servido para descubrir varios aspectos relacionados que paso a compartir.
- Escribir literatura basura no es tan fácil como algunos quieren pensar. Tampoco tan difícil, claro.
- Leer una novela en un blog no es buena idea por la dificultad del medio. No se hace amable.
- Separar los capítulos por semanas tiene su gracia como idea pero es poco práctico. No vivimos en el siglo XIX donde todo pasaba por los periódicos. La atención y el interés es muy difícil de mantener, aun cuando echase algún polvo el protagonista. 
En fin, que de todo se aprende. A partir de ahora, Asesinato en la ciudad del diseño pasa a boxes para reconvertirse en La ciudad del diseño. Esperemos que mejore sustancialmente. 

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